El Informe sobre Salarios de INOMICS 2022 nos permitió examinar el campo de la economía a través de distintos tipos de empleadores, puestos de trabajo y regiones. Este artículo continúa con nuestra revisión sobre la (des)igualdad de género en la economía al examinar el techo de cristal. A continuación, estudiaremos este efecto tanto en el ámbito académico (economistas contratados por universidades) como en la industria (otros tipos de empleadores).

En el Informe sobre Salarios de INOMICS, hemos recogido y analizado datos de encuestas sobre las profesiones de economistas a lo largo del mundo. Puedes analizar de forma detallada información sobre la brecha de género en la economía descargando el Informe completo.

Una característica clave de la desigualdad de género en el centro de trabajo es que mujeres con las mismas competencias pueden ser pasadas por alto en el ascenso profesional (tal y como de cara promociones) a favor de los hombres. El término de “techo de cristal” es una metáfora sobre esta barrera artificial que representa una dificultad para las mujeres como fuerza laboral. Este efecto se encuentra bastante documentado en muchas industrias, y es posible que explique algunas de las brechas de género en los salarios.

Cuantificando el Techo de Cristal en la Economía

Para poder examinar los siguientes números de forma razonable, debemos considerar el número general de mujeres en la economía. IDEAS/RePEc estima que el 26,2% de los economistas son mujeres, mientras que el 28% de nuestros encuestados son mujeres. Para más información en relación con la ratio de género en la economía, échale un ojo al artículo asociado en nuestro Blog.

El Techo de Cristal para los Economistas en el ámbito Académico

En el ámbito académico, la proporción relativa de mujeres en puestos menos prestigiosos es mayor. Respecto a la magnitud de las muestras de nuestros datos hay más mujeres que hombres en puestos postdoctorales, de ayudante de investigación y de estudiante ayudante. Existe un número aproximadamente representativo de mujeres dentro de los puestos de Candidato a Doctor, Profesor Ayudante y Profesor Asociado. Sin embargo, proporcionalmente hay menos mujeres que hombres en puestos de Profesor de Economía.

El Techo de Cristal para los Economistas en la Industria

Los papeles de la industria presentan un patrón similar, aunque más pronunciado. Si bien las mujeres solamente representan el 27% de nuestra muestra, ellas conforman una mayor proporción respecto a puestos base o de menor nivel, en particular respecto a puestos de prácticas y becas. Mientras tanto, la cantidad de mujeres que hay como investigadoras / analistas o en puestos de dirección intermedia es ligeramente inferior a lo que se esperaría si no hubiese desigualdad de género. Finalmente, el número de mujeres que hay en puestos ejecutivos es sencillamente un 7%, bastante por debajo de lo que se esperaría si hubiese igualdad.

Una investigación realizada por la economista francesa Emmanuelle Auriol y sus compañeros alcanza una conclusión parecida. Auriol y su equipo llegaron a la conclusión de que las mujeres representan el 32% de todos los puestos relativos a la economía además de que la representación de las mujeres va disminuyendo a medida que nos acercamos a puestos más sénior. Asimismo, descubrieron que las mujeres representan alrededor del 40% de los puestos de nivel inicial, aunque tan solo el 27% de puestos sénior. Adicionalmente, descubrieron que la disparidad es mayor en EE. UU que en Europa.

¿Qué es el efecto “Leaky Pipeline”?

La anterior discusión ha destacado un fenómeno que muestra cómo las mujeres van desapareciendo conforme nos acercamos a rangos superiores de la economía. Este fenómeno es el llamado “leaky pipeline”. Éste explica de forma parcial el motivo por el que hay menos mujeres en puestos más senior; más mujeres que hombres abandonan el sector, o más mujeres que dejan de ser promocionadas, a medida que su carrera progresa.

No está totalmente claro por qué ocurre esto, pero probablemente se deba a una combinación de discriminación de sesgo de género, falta de redes de apoyo, y otros impedimentos (tal y como salarios injustos) dentro del ámbito de la economía, los cuales son analizados a continuación. Además, es posible que en algunas regiones las expectativas por el cuidado de niños, la presión cultural, o la falta de permisos parentales prevengan a las mujeres de avanzar en sus carreras tras tener hijos. Es posible que haya más mujeres que hombres que decidan trabajar a tiempo parcial después de formar una familia (ya sea debido a decisiones personales, a estas expectativas culturales, a la falta de un cuidado asequible de niños, etc.).

Además, dentro de la economía misma, las mujeres pueden tener que hacer frente a barreras completamente ajenas a su situación personal. Un artículo del FMI revela algunos de estos factores discriminatorios. Éstos incluyen una visión sobre los comentarios que promueven los estereotipos en informes de referencia, el hecho de que las mujeres están mucho más infrarrepresentadas en la macroeconomía, finanzas y economía internacional, y la penalización sobre los ingresos por tener hijos a la que se enfrentan las mujeres a lo largo de todas sus carreras. Ese artículo del FMI además corrobora hallazgos anteriores que se describen en este artículo, e incluye más datos que vale la pena leer.

El European Student Think Tank, basado en otra investigación, describe el estado de las mujeres en las disciplinas STEM de esta forma:

“...la mayoría de los estudiantes de máster en el campo de las ciencias son mujeres, si bien tienden a abandonar el sector en una mayor proporción que sus contrapartes hombres (Thornton 2019). Esto puede verse explicado por una desigualdad en los salarios entre hombres y mujeres y por la falta de mujeres en puestos más sénior en el sector digital (Comisión Europea 2019), lo cual podría desincentivar a mujeres más jóvenes de hacer carrera en STEM.”

Siguiendo adelante: ¿cómo se puede abordar la desigualdad de género en la economía?

Una de las mejores formas de afrontar cualquier problema es reconocerlo y conseguir que sea conocido. Por lo tanto, invitamos a todos nuestros lectores a que estudiéis a los profesionales con los que colaboréis.

Examinad si existe alguna forma en que vuestra universidad, departamento de economía, trabajo, etc. discrimine a las mujeres en la economía. Comprométete hablando sobre los problemas. Comprueba si existe una igualdad salarial donde trabaja, y reivindícala si no la hay. Sé un aliado – no cuestiones informes sobre el acoso sexual u otras formas de discriminación, y tómatelos en serio.

Juntos podemos construir un sector más igualitario donde todos los economías sean evaluados de forma igualitaria.