Equilibrar el Trabajo Mientras se Forma una Familia

El Acto de Malabarismo

Equilibrar el Trabajo Mientras se Forma una Familia

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Puede que también tengas una pareja estable, o estés pensando en sentar cabeza en los próximos años, lo cual abre la posibilidad de formar una familia, si no lo has hecho todavía. El juego está a punto de cambiar.

Tanto si ya estás trabajando o estás solicitando un empleo, tienes que equilibrar algunas cosas nuevas en las que pensar y varias prioridades, a menudo contradictorias (bienvenido a la paternidad). Con tal de hacerlo más simple, vamos a dividir ésto en: permiso por paternidad; cuidado de los niños; horas de trabajo; relación empleador/empleado; finanzas; y niveles de estrés. A parte del estrés, el resto está hasta cierto punto afectado directamente por el lugar en el que vives y las leyes/subsidios disponibles, dónde trabajas o estés solicitando un puesto, y las condiciones y la actitud de tu (futuro) empleador. El estrés, a su vez, influye y está influido por otros factores. 

¿Suena complicado? Lo es un poco, pero lo conseguirás. La mayoría de los padres lo hacen. He aquí una guía general. 

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Permiso por Paternidad

Comienza a pensar en cuánto tiempo tú y tu pareja os planteáis dejar el trabajo, dado que vuestro plan relacionado con el cuidado de niños, y en consecuencia vuestro plan de trabajo/carrera, se basarán siempre en esta decisión. 

Necesitaréis familiarizaros con vuestros derechos como empleado, los cuales cambian considerablemente de un país a otro, o en el caso de federaciones como Estados Unidos de un estado a otro. En la mayoría de países, el permiso por maternidad es considerablemente más generoso que el permiso por paternidad, pero de todos modos comprueba las directrices nacionales de donde vives. 

Normalmente existe una distinción entre permiso por paternidad y subsidio parental. Es posible que tengas derecho a tomarte varios años mientras conservas tu trabajo, pero cualquier ingreso estatal suele ser de alguna forma inferior a tu salario normal, y solamente para un número limitado de meses. La mayoría de las personas reciben su subsidio parental al mismo tiempo que el permiso por paternidad, para cubrir la caída en el ingreso. Pero éste no tiene que ser siempre el caso, y pueden existir incluso beneficios, por ejemplo, en ahorro de impuestos, al desvincular los dos y distribuir tus ingresos a lo largo de varios años fiscales. 

Puede sonar obvio, pero tanto si consideras o no ir a trabajar un coste neto o un beneficio neto, existe una contrariedad en forma de pasar más o menos tiempo en casa con un bebé o un niño pequeño. Para algunos ésto suena genial, mientras que para otros sería complicado pensar en una tortura peor. No hay respuesta “correcta”. De nuevo, bienvenido a la paternidad. El mejor consejo es que te informes lo suficiente como para reducir la brecha de información sobre las verdaderas implicaciones de cada opción. Con ésto, puedes al menos tratar de asignar un valor y coste realistas a cada una de tus opciones, en términos de dinero, objetivos personales, y objetivos profesionales. Infórmate, pero lo más importante es que hables con tu pareja, amigos y familia, y hagas una introspección honesta para decidir qué es lo mejor para ti, tu familia y tu hijo. 

Cuidado de niños

Después de haberle dedicado tiempo a pensar sobre cuánto tiempo faltar al trabajo, también te hace falta considerar cuánto tiempo necesitas tomarte, inversamente, “alejado de los niños”. Si ambos esperáis trabajar al menos a tiempo parcial, hará falta algún tipo de cuidado de los niños. 

Si esperas utilizar algún servicio de cuidado de niños organizado (niñeras, canguros o escuela infantil/guardería), trata de investigar con antelación, especialmente si esperas necesitarlo en los primeros dos años de la vida de tu hijo. En algunos países las listas de espera pueden ser de un año o más para las guarderías más demandadas; incluso acabas conociendo personas que reservan plazas para niños que aún no han sido concebidos. Ésto es extremo, pero sigue valiendo la pena enterarse junto a tus amigos, familiares, o colegas sobre cómo es la situación donde vives. 

Y luego el dinero. Dependiendo de donde vivas, los cuidados del niño en edad preescolar pueden costar desde casi nada hasta la mayor parte de tu salario mensual. Si llevas a tus hijos a la guardería por el beneficio social y/o porque tienes que volver al trabajo, quizás sea aceptable un alto coste para el cuidado de los niños. Gastar mucho o incluso todos tus ingresos en el cuidado de los niños puede sonar absurdo, pero ten en cuenta el valor de lo que harás en tu tiempo libre sin tus hijos (trabajar, quedar con tus amigos, dormir) y todo comienza a cobrar sentido. Sin embargo, si el coste es demasiado alto, desde el punto de vista financiero puede tener más sentido tomarte un mayor descanso del trabajo, o compartir el cuidado de los niños con tu pareja, en lugar de hacer un gran esfuerzo trabajando por un ingreso mensual que llevas a casa y que, tras haber deducido los costes del cuidado de los niños, acaba reduciéndose a un total de aproximadamente cero. 

Finalmente, pero no menos importante, ¿acaso tu familia o tus amigos te presentan opciones? Si hay abuelos, probablemente sean capaces de llevarse a los niños unas horas o unos días a la semana. Algunas familias comparten la responsabilidad del cuidado de los niños con hermanos, hermanas, primos o vecinos. Independientemente de lo que puedas organizar, el tiempo que tengas disponible te dará un preciado tiempo de trabajo, y quizás incluso un tiempo libre más preciado.

En cualquier caso, una vez tengas por lo menos una idea aproximada de tus planes para el permiso por paternidad, y un plan viable para el cuidado de los niños, podrás retomar el tema del trabajo… 

Horas de Trabajo y Relación Empleador/Empleado 

Muchas empresas ofrecen modelos de trabajo flexibles, o les ofrecen horarios reducidos a los empleados. Especialmente en la época posterior al coronavirus, muchos gerentes habrán tenido una experiencia positiva con el trabajo remoto y con el horario reducido de su equipo. Los primeros indicios muestran que es probable que haya más empresas más abiertas a modelos de trabajo no tradicionales que las que había antes del 2020. El BBC, por ejemplo, destaca algunos ejemplos de altos perfiles que indican que los modelos de trabajo remotos y flexibles podrían estar aquí para quedarse tras la pandemia del COVID-19.

Si ya tienes un trabajo, habla con otras personas en la empresa para descubrir si los modelos de trabajo familiares y cercanos están normalizados, y por lo tanto qué tipo de opciones podrían estar en tu mano, antes de hablarle a tu jefe. Si estás simplemente solicitando un puesto, utiliza el proceso de solicitud para descubrir tus opciones. Muchos empleadores tienen políticas transparentes en cuanto a las condiciones de trabajo para los padres. Si no, piensa si y cómo sacar el tema durante la fase de la entrevista. 

Además de tus derechos legales y la política oficial de la empresa, la clave de cualquier cambio en el horario de tu trabajo es la actitud de tu(s) jefe(s). Un jefe empático puede valorar la motivación de los padres jóvenes para trabajar duro y cumplir con la responsabilidad que sienten de mantener a sus hijos, y por lo tanto ser más comprensivo. Los jefes pueden apreciar también la habilidad de los padres para centrarse, y utilizar su (limitado) tiempo de forma más efectiva de lo que harían en otro caso. Muchos padres transfieren las habilidades que desarrollan como padres a su ambiente de trabajo, por ejemplo, exhibiendo mejores habilidades organizativas, que cuando no tenían hijos jamás habrían podido imaginarse. 

Otros jefes, por otro lado, pueden verse preocupados por la ética de trabajo de los padres, teniendo en cuenta los múltiples y extensos periodos de los permisos por paternidad, ausencias ocasionales o salidas repentinas del centro de trabajo, largas llamadas de teléfono con parejas ansiosas o profesores preocupados, y una sensación general de que el trabajo no es su principal prioridad como empleado. Si tu jefe es uno de éstos, tu decisión será calmar esta sensación, mantener tu “paternidad” fuera de la oficina y actuar en consecuencia en el centro de trabajo, o sino, buscar un nuevo trabajo. 

Encontrar el modo de equilibrar tu trabajo con la vida en familia, o tomar una decisión sobre si un trabajo que estás solicitando logrará ajustarse a tu situación de vida actual, puede depender del tipo de actitud que predomine en tu (potencial) centro de trabajo. Comprendiendo ésto, no solamente se beneficiará tu trabajo, sino también tu vida en familia y tus niveles de estrés. Y hablando de estrés...

Un último consejo: Gestionar las Estrés-pectativas

Si tienes hijos, tendrás estrés en tu vida. Eres responsable de otro ser humano, financiera, emocional y físicamente. Estas cosas eran lo suficientemente estresantes cuando simplemente estabas tú. Suponiendo que el otro padre está cerca, él o ella también tendrá dificultades gestionando estas preocupaciones. Por lo tanto, por encima de tus propias preocupaciones en casa y en el trabajo, probablemente también tengas que apoyar más a tu pareja. Además de ello, quizás te sientas molesto por tener que hacer ésto, y contigo mismo por sentirte molesto. Todo continúa acumulándose, o mejor dicho, multiplicándose. Si consideras cierto estrés normal del trabajo, combinado con el estrés adicional de sentirte cansado, menos efectivo, y a veces menos disponible de lo que normalmente estarías para tus compañeros de trabajo, empezarás a hacerte una idea. Si piensas que puedes equilibrarlo todo sin tener que atravesar una curva de aprendizaje, piensa de nuevo. 

El mejor consejo en resumen es gestionar las expectativas: tanto tus propias expectativas para ti y tu pareja, como las expectativas de tus jefes y compañeros de trabajo. Será de esperar que tengas periodos de alta presión, y de múltiples baches en el camino de tu relación, efectividad en el trabajo y confianza en uno mismo. Si esperas un tortuoso y sinuoso camino, tendrás una mejor capacidad para navegar en él.  

Intenta comprender lo que puedes gestionar de manera realista en términos de tiempo fuera del trabajo y tiempo con los niños. Piensa sobre tus propias expectativas y establece algunos objetivos claros y realistas. Al principio, ésto puede ser tan simple como vestirse y ducharse en un determinado momento del día, o llegar al final de una jornada laboral de cuatro horas sin llorar. A largo plazo, puede ser que puedas encargarte satisfactoriamente de una parte de tu trabajo, o que organices tu semana lo suficientemente bien como para formar parte de una reunión grupal semanal, desarrollando así una carga de trabajo más regular y confiable. 

Comunícate con tu pareja. ¿Tenéis ambos las mismas expectativas el uno del otro a la hora de cuidar de los niños, hacer las tareas del hogar y ganarse el pan de cada día? La mayoría de las parejas sienten cierta tensión en el primer o dos primeros años tras expandir la familia. Ésto es normal, pero puedes reducir el estrés a corto plazo, la presión a largo plazo y reducir el riesgo de daño si permaneces más o menos en la misma página. 

Por último, déjales claro a tus compañeros de trabajo y a tus jefes cuál es tu situación. Si esperas tener una disponibilidad reducida durante periodos prolongados, comunícalo. Al principio puede parecer inoportuno rechazar la responsabilidad en el trabajo, pero si intentas hacerte cargo de todo lo que hacías antes demasiado pronto, lo harás mal y no lograrás impresionar a nadie. En lugar de ello, no prometas demasiado: reduce la carga de trabajo, pero hazlo bien. Demuestra que incluso si estás trabajando menos horas o tienes un par de proyectos entre manos, puedes trabajar eficazmente, incluso puede que con más eficacia que antes. 

Con un poco de paciencia mientras afrontas los inevitables baches del camino, y reduciendo quizás la velocidad de tu carrera mientras manejas la chicane presentada por tus adorables (aunque incapaces de dormir) hijos, tú y tu pareja podréis, en distintos momentos y en mayor o menor medida, posicionaros para salir de la curva aceleradamente, potenciados, ilustrados y con un nuevo sentido del propósito. Quizás tu definición de éxito profesional sea un poco distinta de lo que solía ser, pero independientemente de lo que signifique para ti, tener una familia no es motivo para que sea un objetivo inalcanzable.

 

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